El tubo PVC tiene una temperatura cristalina de 32°F, punto en el cual se vuelve quebradizo como el vidrio. La tubería HDPE tiene una temperatura cristalina de 180 grados F, lo que significa menos posibilidades de fallar. En efecto, el agua puede congelarse y descongelarse de forma repetida dentro del tubo HDPE, sin causar daño permanente al tubo.
Siguiendo las recomendaciones del fabricante para la fusión a tope, el soldeo se vuelve tan fuerte como la tubería misma. Es incluso posible halar varios cientos de pies o más de tubería HDPE luego que ha sido fundida a tope, ya que en realidad ha creado un tramo de tubo monolítico.
Normalmente, el tubo y los accesorios de polietileno se conectan mediante fusión a tope, la cual se realiza usando una máquina de fusión que sujeta el tubo y/o los accesorios en una posición estacionaria. Una cortadora de refrentar que tiene una cuchilla cortante recorta los extremos que van a unirse. Una plancha calentadora es colocada entre los extremos que van a conectarse. El calentador es luego retirado y los extremos acercados uno al otro para dejarlos enfriar.
Policloruro de vinilo. PVC es naturalmente claro, tiene gran resistencia a los aceites y muy baja transmisión al oxígeno. Proporciona una barrera excelente a la mayoría de los gases y su resistencia al impacto por caída también es muy buena. Este material es resistente químicamente pero vulnerable a solventes. PVC es una elección excelente para el aceite de ensalada, aceite mineral y vinagre. También se usa habitualmente para champús y productos cosméticos. PVC exhibe poca resistencia a temperaturas altas y se degrada a 160 °F (71.1 °C) haciéndolo incompatible con productos calientes.